Dos películas a reivindicar: Grandes Esperanzas (1998) y Las Reglas del Juego (2002)

"Grandes esperanzas": preciosista drama romántico cuyo peculiar y excéntrico estilo la hace única. Adapta una popular novela de Dickens. Los personajes son magníficos, al igual que los actores que lo interpretan (Ethan Hawke, una Gwyneth Paltrow más bella que nunca, la fallecida Anne Bancroft y Robert De Niro en un breve pero gran papel). Aunque el guion tiene algunos altibajos, la fotografía, al igual que la banda sonora me pareció perfecta (atención a la abundancia de los colores verdes), por no hablar de varias escenas que ya considero inolvidables (el beso en la fuente, el baile, la confesión en la ventana, el desenlace). Una frase: "Es mi corazón...y está roto". Nota:9'5/sobre 10.

"Las reglas del juego": al igual que la anterior, tiene un estilo visual y narrativo que la hace única en su especie. La mezcla de géneros es toda una rareza, no sabría si catalogarla como una comedia sexual o como un drama. El montaje es magnífico, al igual que la música. El guion no resulta muy llamativo, incluso guarda evidentes similitudes con el de la recientemente estrenada "Mentiras y gordas", aunque sin haber visto la española (y españolada), me atrevo a afirmar que "Las reglas del juego" es infinitamente mejor: por varias escenas estremecedoras (el suicidio en la bañera), por el reparto, por su humor negro, por su mensaje, por su mala leche, por la dirección, por su inteligencia y porque no es lo que se espera de ella (¿cuántos irían a verla creyendo estar ante la enésima "American Pie"?). Nota: 8/sobre 10.