Acaba de finalizar la tercera temporada de una de las mejores series españolas de la actualidad. Es de agradecer la corta duración de cada una de las temporadas (ésta sólo ha tenido 9 capítulos), ya que así se evita el alargar innecesariamente la serie, algo que suele ocurrir con la ficción española en general (por ejemplo, Los Serrano, que no da para más y aun así siguen estrenándose capítulos).
El último episodio de la temporada ha sido excelente, uno de los mejores de toda la serie (aunque, una vez más, siguen sin desvelarse muchos secretos, al contrario de lo que anuncian los de Antena 3).
De todos modos, esta temporada ha sido la más floja de las tres. La intensidad de los capítulos ha descendido bastante, los líos amorosos que tanto gustan a los adolescentes ya cansan y cada vez son más rebuscados, y las tramas no son tan interesantes como lo eran en anteriores temporadas.
Y eso por no hablar de la historia que han introducido del fantasma, algo que no le va para nada a una serie que, pese a todo, nunca tuvo nada de sobrenatural ni de fantástico. Éste tema me ha parecido un recurso mediocre (y demasiado explotado por el cine de terror americano) para que los protagonistas descubriesen quién mató a su amigo Cayetano.
Aun así, es una seria muy superior a la media de las ficciones españolas, interesante y con buenos actores (aunque siempre hay alguna excepción).
-Lo mejor: los actores, destacando Luis Merlo, Amparo Baró y los jovenes Yon González y Carlota García.
-Lo peor: la ñoñería del personaje de Martín Rivas y el fantasma de Cayetano.
-Nota: 7'5/sobre 10.
